domingo, 17 de febrero de 2013

44. GRASIENTA TRISTEZA de Parmod Apostolov 



Muchos quisieron tumbarla con tanques,
Estrellar locomotoras furiosas a sus pies;
Le enviaron misiles a la sien, y ella siguió ahí,
Sin torcer sus ángulos yuxtapuestos, góticos,
Amontonados como colmenas asesinas…
De todos se burlaba, la Grasienta Tristeza,
Gigante de cuatrocientos metros de distangustia,
Y ciento cincuenta mil toneladas de estedio.
¡Grasienta amiga, no estires tus bíceps al cénit!
¡A la luna no la destetes de su plataforma!
¡No nos lances ese balón de queso!
¡No, por favor! Déjanos... reír... un día... más...
Seudónimo: Parmod Apostolov 

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