domingo, 28 de julio de 2013

207. TÍTERES DE TINTA de Babieca


La joven, Lunechka, se esforzaba por mantener su velocidad. Hacía mucho tiempo que la perseguían. Asustada, volvió la vista atrás, preguntándose cuánto tardarían en alcanzarla. No dudaba que lo harían tarde o temprano, pero no podía rendirse aún. No mientras su vida tuviese algún sentido.
El silencio en el teatro era sepulcral; los espectadores, conteniendo la respiración, no apartaban la vista de los títeres que, manejados por hombres expertos, se movían por el escenario. En uno de los palcos Josef esbozaba una sonrisa orgullosa. Su mejor y más prometedora obra estaba siendo representada en aquel momento, ante cientos de espectadores que habían decidido acudir al estreno.
De pronto, Lunechka sintió que la abandonaban sus fuerzas; no podía continuar. Se detuvo en mitad del oscuro corredor. Allí, con los ojos fuertemente cerrados, decidió esperar a sus perseguidores.
En ese mismo instante, Josef se puso en pie. Según el guión, Lunechka debía seguir corriendo hasta la extenuación; así pues, ¿por qué se detenía? Encolerizado, posó la vista en el títere inmóvil de la joven, y por un momento, le pareció que la madera cobraba vida. Lunechka sonrió para sí. Al fin, había conseguido su objetivo. El escritor, colérico, decidió acudir a los bastidores, donde podría dar las órdenes oportunas para solucionar aquel incidente. Sin embargo, lo que vio desde allí le dejó anonadado. En el escenario los títeres se movían solos, como por arte de magia; detalle que el público, desde el patio de butacas, no podía apreciar. Lunechka abrió los ojos instintivamente y, durante unos segundos, sus ojos se cruzaron con los de su creador. Tres ideas cruzaron la mente de Josef en aquel instante; la primera, que su Lunechka iba a caer en manos de títeres depravados, la segunda, que no estaba en su manos salvarla porque su preciada obra ya no le pertenecía a él, y la última y más importante, que quizás él estuviese, en aquel momento, en manos de un auténtico escritor.


Seudónimo: Babieca

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